Recuerdo que siendo yo niño llegó a mis manos una Geografía, no recuerdo de qué autor, que empezaba las descripciones de las capitales de provincia con unos versos. De Málaga decía:
"Málaga, ciudad bravia -entre antiguas y modernas-, tiene doscientas tabernas -y una sola líbrería"-.
Una época hubo en La Linea en la que se le podía aplicar este cuarteto, nuestra ciudad, por su peculiar origen tuvo un crecido número de tabernas y cafés y algunos a todas las horas del día y de la noche estaban llenos de gentes.
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En ellos, la jarana, el baile, el cante y el juego alternaban con las reuniones políticas o gremiales sin estorbar jamás a las tertulias cotidianas. El Café "Sevilla", el "Madrid", "La Austriaca", el "A.B.C.", el "España", "La Marina", "El Perro Chico", "El Dique", el "Anglo-Hispano"... eran de los más bullangueros. Apenas quedan algunos de estos establecimientos y los que todavía existen arrastran una existencia tranquila que en nada recuerda a la agitada de tiempos pasados.
De todos ellos, el Café Anglo-Hispano luchó hasta hace muy pocos años por no sucumbir ante el empuje de las costumbres modernas y llegó a ser casi como una institución popular. Aquellos cafés tenían un estilo peculiar, de casino donde tenían lugar las reuniones políticas, literarias y bs simples tertulias de amigos.
Según el autor de "EL CADIZ DE LAS CORTES" este tipo de establecimiento nació en Cádiz durante el sitio de las tropas napoleónicas y se extendió rápidamente por toda la península. Cada pueblo tuvo sus cafés donde se reunían los elementos activos de la política, discutían el orden establecido y resolvían todos los problemas sociales, no solo de España, sino del mundo entero. A veces estas discusiones adquirían matiz mitinesco y se vapuleaba a los gobernantes y se censuraba cualquier forma de gobierno. Al final, todo se quedaba en aguas de borraja por la inoperancia de los exaltados oradores.
En períodos electorales se multiplicaban las reuniones, aparecían caras nuevas, se derramaba con insuperable optimismo argumentos y razones irrebatibles que habrían de dar la victoria sobre el partido contrincante. Mucho antes de que las urnas hablasen con el recuento de los votos, la picaresca política había
planeado el resultado que celebraba derrochando vino y promesas entre los mas oportunistas y audaces.
Pasada las elecciones, los cafés volvían al periodo de tranquilidad, convirtiéndose en el palanque de la farándula, se organizaban funciones cómicas, actuaciones de murguistas que alternaban con prestidigitadores, conferenciantes y concertistas. Todos eran bien recibidos y mejor aplaudidos; el mosaico artístico encajabaperfectamente entre los veladores y espejos del establecimiento, hasta que se echaba encima otra vez el periplo electoral con sus agitaciones mitinescas y reuniones propagandisticas. Y otra vez volver a tomar aire de casino popular, las tertulias a barajar temas sin fin o a charlar sobre cosas sin importancia mientras las horas se desgranan lentamente.
Camarero del Anglo Hispano |
Con las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Carnaval se organizaban bailes que duraban desde el anochecer hasta la mañana del dia siguiente. La gente se divertía derrochando alegria y dinero, olvidando preocupaciones en la loca insconciencia del momento. Los asiduos al café se decían entonces: Qué importancia tiene ser monárquico o republicano cuando se baila ciñendo a una buena moza. ¡Que se vayan a la porra todos los partidos políticos con sus panaceas, los agitadores con sus cuentos utópicos, los caciques con sus marrullerías! . ¡Ha llegado el momento de ser feliz y... viva la Pepa!.
Asi fueron aquellos tiempos y aquellos establecimientos. El Anglo-Hispano quizá el de mas solera, sufrió reveses, cambios de dueños, incluso durante algunos años se llamó Café Comercial, tomando más tarde su antiguo nombre. Y como hay de todo en la viña del Señor, conoció la euforia del triunfo y la mordedura del fracaso, huelgas y boicots.
Siendo George Sava -gibraltareño- propietario del Anglo-Hispano se enfrentó con los camareros del establecimiento negándoles las mejoras salariales que pretendían. En consecuencia la sociedad gremial le impuso el boicot. Lo mismo la huelga que el boicot son armas de doble filo, terribles cuando se usan bien, pero si se emplean mal destruyen a los que las esgrimen sin dañar a los demás. La terquedad del señor Sava prolongó demasiado el boicot y este fue perdiendo eficacia. Pasado cierto tiempo nadie se acordaba de la prohibición. El olvido y la indiferencia dieron el triunfo al propietario. La gente acudía al establecimiento lo mismo que antes, siempre.
Había en el Sindicato dos vejetes que no se resignaban al fracaso, ellos se consideraban particularmente agraviados a pesar de que no pertenecían al gremio de camareros ni tenían nada que ver con el asunto. Sin
embargo, lo tomaron tan a pecho que sin consultar con nadie se propusieron castigar al patrón que se habia burlado del Sindicato. Enfrascados en la tarea de hallar la forma de humillarlo barajaron muchas soluciones que no llegaron a cuajar, hasta que por fin encontraron la forma ideal. Contentos como niños en mañana de Reyes planearon echar petróleo en el pozo que surtía de agua al establecimiento. Provisto cada cual con una botella llena de petróleo hasta el gollete entraron sigilosamente y con mucho miedo por el corredor del Hotel Iberia Llegaron al patinillo, se acercaron al pozo y i ZAS! las dos botellas cayeron en el agua a menos velocidad que la que desarrollaron nuestros héroes en la huida.
Una vez en el Sindicato, aquellos justicieros se dieron cuenta de que no le habian quitado los tapones a las botellas. La operación había resultado un fracaso. Y allí fue Troya, se increparon mutuamente, lanzándose la pelota de la culpa. Al fin reconocieron que no quedaba otra alternativa que repetir la hazaña. Ahora tomaron a tiempo las precauciones quitando los tapones antes de pisar la calle San Pablo. A paso de lobo llegaron hasta el pozo con más miedo que la vez anterior. Dejaron caer las botellas... pero no pudieron escapar. En una fracción de segundo recibieron una lluvia de guantazos de esos que hacen épocas y a empujones lo metieron en la cocina del Café donde siguieron recibiendo algo más que piropos. El señor Sava habia descubierto el sabotaje y lo estaba comentando cuando los autores se les vino a las manos. El jaleo que se armó salpimentado de insultos, chistes y tortazos llevó sus resonancias al pie de las autoridades, las cuales obligaron al Sindicato a limpiar el pozo por su cuenta. Lo mas lamentable es que se olvidaron de condecorar a los dos vejetes; y... colorín, colorado.
Hoy no existe el café Angle-Hispano, en su lugar se alza un moderno edificio de seis plantas propiedad de la Caja de Ahorros de Jerez y donde está ubicado la emisora Radio Peninsular del Campo de Gibraltar, La dirección de la Caja de Ahorros, cual si se empeñase en proseguir la labor cultural y artistica del café Anglo-Hispano, ha dedicado los salones de la primera planta a lugar donde se celebran y organizan exposiciones, conferencias, asambleas, etc.
La Linea ha ganado en el aspecto urbano, se ha modernizado poniéndose a la altura de su destino, pero también ha matado el ayer de los recuerdos nostálgicos; los que sucumbimos bajo el peso de los años, no nos resignamos a perder lo que era nuestro, nuestro mundo, y cuando pasamos por delante del edificio de la Caja de Ahorros de Jerez seguimos viendo con la imaginación el viejo café donde dejamos engarzado trozos de nuestra —
Leyendo EL ITALIANO (A.PerezReverte)
ResponderEliminarquize conocer al Café Anglo Hispano y
gracias a su iniciativa he obtenido
historicas pinceladas de otros tiemps.
Felicitaciones. Larga vida para Ud y los suyos. W.ColinaPineda
https://www.wilmercolina.com